El término musicoterapia, según la Federación Mundial de Musicoterapia, se refiere al uso de la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía) realizado por un musicoterapeuta calificado o paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
Tiene como fin desarrollar potencialidades y/o restaurar las funciones del individuo de manera tal que éste pueda lograr una mejor integración intra y/o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento.
La musicoterapia está dirigida a adultos y niños, pero esta disciplina tiene un campo de aplicación más amplio, y puede ser indicada para todo el público, desde neonatos hasta ancianos. Puede usarse en personas con enfermedades degenerativas, con problemas de esquizofrenia y problemas de dolor agudo o crónico, entre otros.
Respecto al empleo con niños, la Musicoterapia está dirigida a niños con necesidades educativas especiales, por ejemplo: déficit visual, déficit auditivo, discapacidad intelectual, transtornos del desarrollo, parálisis cerebral y deficiencias del lenguaje. La Musicoterapia también es utilizada en niños hospitalizados con cáncer, cardiopatías, problemas de dolor, etc.
Respecto de los objetivos generales de la Musicoterapia, se destacan cuatro principalmente, los cuales son especialmente relevantes si se aplican en los primeros años de vida de desarrollo del niño:
- Favorecer la comunicación: lograr el intercambio de ideas, sentimientos y emociones.
- Mejorar las relaciones interpersonales: la música es una de las técnicas más sociales de todas las artes puesto que ésta se disfruta en numerosas ocasiones junto con los demás.
- Conocimiento de uno mismo: a través de la música y de sus diferentes actividades, se va adquiriendo información de las habilidades, destrezas, capacidades y dificultades propias.
- Liberación emocional: la persona es capaz de expresarse y compartir con los demás esas sensaciones, emociones y conocimientos interiores.
Los objetivos generales son importantes, pero para los niños hospitalizados añadir algunos más específicos es importante:
- Favorecer la autoestima.
- Perseguir la alegría de los niños y la despreocupación, en cierta medida, de la enfermedad o la causa del ingreso.
- Expresar los miedos en la relación o la situación que se están viviendo.
- Reducir los miedos y el estrés.
La hospitalización para un niño es una etapa difícil, y puede provocar angustia, miedo, temor, entre otros. La Musicoterapia puede ayudar a estos niños a expresar sus miedos, liberar tensiones y aumentar la autoestima.
Estando más alegre y optimista puede que el niño acepte mejor su enfermedad y la supere con mayor facilidad.
Son múltiples las investigaciones que demuestran los beneficios que tiene la Musicoterapia en el caso de los niños.