En la arquitectura contemporánea existe un estilo muy característico y llamativo que normalmente asociamos con lo moderno y con lo futurista, el tan llamado minimalista. En realidad, no es nada extraño que al hablar de minimalismo muchos de nosotros asociamos este nombre con las casas y edificios de lujo que hay en las grandes ciudades, ya que es un estilo arquitectónico muy famoso hoy en día por su particular aspecto y elegancia. Sin embargo, el minimalismo no es exactamente nuevo, ni se limita solamente a la arquitectura. El minimalismo fue primeramente una corriente artística de vanguardia (originalmente de la pintura) de mediados del siglo XX que se desarrolló en Nueva York con artistas como Ad Reinhardt y Barnett Newman. Fue después de esta crucial innovación a la pintura que el estilo se esparció a las demás esferas artísticas (Bernard, 1993) incluyendo la música. Los críticos americanos acuñaron una corriente llamada o conocida como minimalismo sagrado o “holly minimalism”.
Arquitectura minimalista ejemplo (créditos imagen: Arquitectura-minimalista-y-maximalismo, http://ingenieriareal.com)
Pintura de Ad Reinhardt (créditos imagen Ad-Reinhardt-Abstract-Painting-photo-via-art-agenda.com)
Brevemente, el minimalismo en la música se distingue por tres características principales: la repetición de cortos fragmentos musicales (con o sin variación alguna), el dron o sea un sonido sostenido por largos tiempos y la armonía estática.
Ejemplos de minimalismo
En la música son varios con compositores clave como Philip Glass, Steve Reich y Terry Riley que cuentan con un repertorio muy amplio cada uno. Pero hay una corriente minimalista que irónicamente, gozó de gran éxito en EUA en los 90s (Taruskin, 2010) y a la vez poco tuvo que ver con la cultura neoyorquina donde el movimiento surgió. Los críticos americanos acuñaron esta corriente como minimalismo sagrado o “holly minimalism” por su fuerte parecido a las técnicas minimalistas, por su innata connotación religiosa pero más que nada por su gran potencial para inducir al oyente en un estado de calma y meditación.
Henry Gorecki, Arvo Pärt y John Tavener son antagónicamente los compositores más reconocidos de esta corriente originaria de los países bálticos, en el este de Europa.
La Sinfonía de las Lamentaciones de H. Gorecki es una obra paradigmática para soprano y orquesta del minimalismo sagrado. Esta consta de tres movimientos, cada uno cuenta una canción de diferente temática. El primer movimiento es un lamento dedicado a la Virgen María, basado en canciones religiosas de Polonia del siglo XV. El segundo movimiento es un texto escrito por una niña a su madre dentro de una cárcel de la Gestapo de la Segunda Guerra Mundial. Finalmente el tercer movimiento es una canción folclórica sobre una madre buscando a su hijo perdido durante la guerra de Silesia.
Gorecki Sinfonía No. 3 “Lamentaciones” 2do movimiento
Fuentes:
Bernard, Jonathan. “The Minimalist Aesthetic in the Plastic Arts and in Music”, Perspectives of New Music; Winter 1993, Vol.31, No. 1, p. 91.
Taruskin, Richard. “Chapter 8: A Harmonious Avant-Garde?” en Music in the Late Twentieth Century (New York: Oxford University Press, 2010), p. 407-8.