Si nos metiéramos a buscar en Google que es una corchea, en los primeros resultados de la búsqueda de seguro nos toparemos con definiciones como: “una corchea es una nota musical cuya duración equivale a la mitad de una negra y al doble de una semicorchea” ó “la corchea es una figura musical que vale la octava parte de un compasillo.” La información suena lógica y precisa ¡y lo es! pero, al leer estos datos ¿qué es lo que nos dice a nosotros? Después de leer estas definiciones ¿tenemos una mejor comprensión de lo que es una corchea? ¿o nos confunde más?
Si leemos detenidamente estas dos definiciones, sabremos primero que la corchea es una figura musical, y segundo que esta figura representa una proporción matemática. Hasta ahí todo bien. Sin embargo, nuestra comprensión aún es limitada, ¿sabemos, por ejemplo, que hay detrás de estas abstractas proporciones o de dónde vienen? ¿Para qué sirven? ¿cuál es su uso práctico? o en otras palabras ¿cómo lo usan los músicos en la vida real, en su día a día?
La corchea es una de las muchas figuras que existen dentro del sistema occidental de escritura musical. Así como el sistema alfabético que todos conocemos, el sistema musical está basado en la yuxtaposición de diferentes figuras, en el primero hay letras y en el segundo hay figuras musicales. Cada figura tiene su propio valor numérico y estos valores nos permiten medir la duración del sonido en el tiempo. Por ejemplo, la corchea tiene un valor relativo de 0.125 o 1/8 con respecto a la redonda con valor de 1 o un entero (Fig. 1).
El valor es relativo porque este siempre depende de la naturaleza binaria o ternaria del compás. Explicaremos en otro blog esta naturaleza de los compases. Por lo pronto, sepamos que cada figura musical representa un valor numérico diferente.
Asimismo, la altura, ósea lo grave o agudo de los sonidos, están representados por neumas (las bolitas negras o blancas) en un plano de cinco líneas horizontales paralelas. (Fig. 2)
A la hora de componer, practicar o tocar en un concierto/evento/recital este sistema de notación musical, una vez dominado, es muy útil y práctico para los músicos porque les permite ejecutar de una manera casi precisa cualquier pieza o canción, incluso si no la han escuchado antes en su vida. Por esto, saber leer partituras es una ventaja para el día a día de un músico. Imagina, ¡qué complicado, pero sobre todo que tardado sería tocar o aprender una canción que no conocemos sosteniéndonos totalmente de nuestro oído! Claro que esto es posible y en algunos casos deseable y sano para desarrollar el oído musical, pero cuando el trabajo nos permite solo cierto tiempo de ensayo y estudio, lo más práctico siempre será aprender la canción nueva a través de la notación musical.