En la arquitectura contemporánea existe un estilo muy característico y llamativo que normalmente asociamos con lo moderno y con lo futurista, el tan llamado minimalista. En realidad, no es nada extraño que al hablar de minimalismo muchos de nosotros asociamos este nombre con las casas y edificios de lujo que hay en las grandes ciudades, ya que es un estilo arquitectónico muy famoso hoy en día por su particular aspecto y elegancia. Sin embargo, el minimalismo no es exactamente nuevo, ni se limita solamente a la arquitectura. El minimalismo fue primeramente una corriente artística de vanguardia (originalmente de la pintura) de mediados del siglo XX que se desarrolló en Nueva York con artistas como Ad Reinhardt y Barnett Newman. Fue después de esta crucial innovación a la pintura que el estilo se esparció a las demás esferas artísticas (Bernard, 1993) incluyendo la música. Los críticos americanos acuñaron una corriente llamada o conocida como minimalismo sagrado o “holly minimalism”.